sábado, 27 de agosto de 2011

Rodolfo Parada: "Los partidos políticos son indispensables".

Cambio 21

Por Francisco Castillo.

Los galardonados músicos, de vasta trayectoria, desean confirmar que “nada ni nadie” ha logrado detenerlos, a pesar de dictaduras, exilios y desilusiones.

“Van cantando por la vida y por la libertad, en rebeldía permanente contra las injusticias”. Los biógrafos de La Nueva Canción chilena –o “canción protesta” en jerga popular- definen de esa manera los contenidos del quehacer de estos artistas que irrumpieron hace medio siglo marcando una época, y que hoy, sus fundadores, están al borde de la jubilación.

Sin embargo, siguen captando el interés del público, aunque sea el de un nicho más pequeño que en su período de esplendor, cuando con Víctor Jara a la cabeza transitaban el camino que les abrió Violeta Parra, en los albores de los años 60, y que muchos jóvenes y talentosos músicos comprometidos emularon.

Concierto inédito

Tres de esos grupos, Illapu, Inti-Illimani y Quilapayún, unirán por primera vez sus voces, guitarras, charangos, quenas y zampoñas para actuar en Santiago en un concierto denominado “Juntos, aquí estamos”. Se presentarán en el Caupolicán el 14 y 15 de octubre.

Lo singular del caso es que estos grupos, a pesar de tener una historia común en las últimas cuatro décadas, nunca habían armado un espectáculo común. La idea de esta presentación, es que además de cantar sus canciones emblemáticas, compartan temas de unos y otros.

Desde París donde reside, Rodolfo Parada, director del Quilapayún, dice a Cambio21 que piensan de esta forma responder a una demanda del público, “deseoso de reencontrar y prolongar los valores que caracterizaron una época moral, de gran fraternidad y pasión, fuente de energía para todas las búsquedas estéticas de nuestros grupos”.

La vida personal y artística de los integrantes del Quila y de sus colegas del Inti e Illapu sufrió graves contratiempos en la época de la dictadura. Fueron perseguidos tenazmente, por la influencia que su cantar ejercía en la juventud sobre todo. Por eso, dice Parada, el que preparan “será un espectáculo para decirles a nuestro público y al pueblo que nada ni nadie ha logrado detenernos. Que seguimos adelante, los de ayer, hoy y mañana, a pesar de dictaduras, exilios y desilusiones, con la misma fuerza frente a la música y a la vida. Todos juntos, para que la hermandad de nuestra estética multiplique la resonancia de nuestra ética”.

-En sus inicios, el Quila cantaba a los estudiantes movilizados. ¿Lo harían hoy?
-Nosotros le manifestamos nuestra mejor disposición a los universitarios chilenos, a través de Camila Vallejo. Y esa misma disposición se la hemos manifestado a la Usach y a otras organizaciones. Sabemos que es difícil, visto que vivimos en Europa y siempre que vamos a Chile nuestro calendario es muy estrecho, pero en algún momento esta iniciativa cristalizará.

-Los jóvenes chilenos luchan por su educación y por temas medioambientales. Pero, como sus pares españoles, en sus marchas gritan: "el pueblo, unido, avanza sin partidos"
-Pienso que uno de los peligros de la época que vivimos hoy, en el mundo, es creer que nuestra mayor capacidad de expresión, individual y colectiva, más allá de los aparatos políticos, invalida a "la política". Para la democracia representativa, los partidos políticos son indispensables; en ellos se plasman las opciones democráticas de sociedad. Lo que está en cuestión a mi juicio es la representatividad de los partidos, pero no su significación política. ¿Cómo hacemos para tener dirigentes políticos que realmente nos representen?

-¿Qué piensa de este "despertar"?
-Justamente, me parece que se debería aprovechar para presionar por una renovación en la manera de hacer política, exigiendo de nuestros representantes mayor rigor y moralidad en la conducción de los asuntos del Estado. En la actual clase política hay hombres y mujeres capaces de acompañar este proceso. No todos lo políticos son negociantes ni corruptos. La estigmatización global de la clase política lleva a la condenación de la política y conduce al populismo. Y es de ahí que nacen las dictaduras.

-¿Podría el Quila traducir su postura en nuevas canciones?
-Nosotros tenemos una amplia temática actual que habla de lo que pasa: superar las catástrofes, condenar la ideología de los "ganadores" de la sociedad, reivindicar los valores populares y las culturas originarias, etc ... Pero no es nuestro rol ni nuestra intención transformar nuestra expresión artística en un programa político.

Venir a Chile

La de octubre será la segunda gira de Quilapayún a Chile de este año, después de la efectuada en febrero entre Santiago y Punta Arenas. Tras la tournée, Parada habló en el blog “Puro Chile” sobre lo que significaba para ellos venir a Chile. “Para nosotros, significa lo que a un cristiano hacer la procesión a Santiago de Compostela: es un peregrinaje alimenticio para el espíritu totalmente necesario. Es decir: hay que venerar, hay que rezar, hay que reencontrarse con el milagro, hay que retomar aliento, hay que partir con nueva energía. Todo eso para nosotros significa venir a Chile y eso es incomparable con cualquier otro proyecto”.

Parada también fue consultado sobre qué pensaba del Chile de hoy, con gobierno de derecha. “Me apego a lo que más me toca: el voto de los chilenos en el extranjero y ahí yo soy tremendamente crítico. Exigirles a los chilenos, forzados a vivir fuera, dar pruebas de chilenidad para poder votar, me parece un insulto. Significa no tomar conciencia del enorme trauma que significó el golpe de estado”.

Desde un punto de vista sociológico, estima que “estamos llegando al fin de una generación, que es la nuestra, que salimos de Chile a los 23 o 25 años y ahora, 40 años después, estamos llegando a la jubilación, y todos tal vez quieren volver a Chile o morir en Chile, y está sucediendo que toda esta generación está provocando un proceso de reencuentro con el país, y para eso el país debe abrirse”.

Él mismo, dice, ha comenzado a reencontrarse con todos sus compañeros de la facultad de ingeniería, compañeros que ejercieron la profesión y ha surgido el interés mutuo de reencontrarse, de búsqueda mutua, de contar las experiencias.

“Podemos llegar a la conclusión de que hay un acercamiento al fin de una generación, en que hay posibilidades de que realmente se tomen medidas para que se produzca este reencuentro en la gente y con eso sanar sicológicamente un país que todavía está enfermo, que está dividido, que no ha hecho las paces en muchas cosas”, concluye.

No hay comentarios:

Publicar un comentario